¿Les pasa que cuando ven una serie que los deja alucinados se la pasan recomendándola a todo aquel que quiera oírlos? Sea una serie, una película o algún lugar que hemos disfrutado, siempre deseamos que personas que apreciamos vivan la misma experiencia.

Eso nos pasa a los lectores que consideramos fabuloso leer, entonces nos entusiasma compartir las historias que encontramos en los libros, convirtiéndonos, de cierta forma, en embajadores de la lectura.

Y con la llegada de la Navidad y los intercambios tradicionales de regalos, la pregunta es ¿podemos regalarle un libro a alguien que no le gusta leer? Nuestra misión es darles algunas sugerencias para que se animen a regalar libros − ¡incluso a alguien que no lee!− y salgan airosos de esa osadía.

Si es posible, coméntale a tu amigo(a) que deseas regalarle un libro. Lo ideal en estos casos es que la persona reticente sepa que va a recibir ese tipo de regalo y sembrar en ella la curiosidad.

• Averigua meticulosamente sus gustos. Siempre habrá algún libro relacionado a los temas que lo apasionen. Temáticas políticas, históricas, religiosas, automovilísticas, de entretenimiento, de autoayuda, etc., etc. ¡Se ha escrito sobre todo y más!
• Lector no es solo quien lee novelas. La variedad de publicaciones es tan amplia que siempre se podrá acertar con el género indicado: Ensayos, poesía, cuentos, crónicas, comics, novelas gráficas, etc.
• Ofrécele un poco de tu tiempo al momento de abordar el libro, de darle la primera hojeada, para que se sienta especialmente motivado a empalmar la lectura. La idea no es presionarla para que lea a la misma velocidad que tú, que estás entrenado, sino acompañarla pacientemente en el proceso, conversando de tiempo en tiempo (y con amenidad) sobre el avance de su lectura.
  Las personas solemos responder muy prestamente a los estímulos visuales. Regalar un cómic o una novela gráfica es por ello una muy buena opción para quienes se inician en la lectura recreativa.
• La lectura también puede tener un contexto, y “entrar por los oídos”, por lo que puedes sugerirle que escuche un podcast que tenga relación con el libro que vayas a regalarle. Puedes sugerirle también un playlist acorde a lo que va a leer.
• Y lo más interesante: en algunos casos sería genial que pudieran ir juntos a comprar el libro, así la persona podría ella misma elegir el regalo guiada por tus propias sugerencias. Visitar en compañía una librería Crisol, y contemplar allí la variedad de títulos, es una experiencia gozosa e instructiva.

Regalar un libro puede ser el empujoncito que necesita ese amigo o familiar para aprender a disfrutar la lectura. Pero recuerda que todos somos diferentes y tenemos nuestro propios gustos, temperamentos y tiempos. Regalar un libro es ampliar el mundo del recién iniciado.