En mi forma de ver las cosas, no hay obra mejor que la que, además de buena, es completa. Eso es precisamente lo que han logrado los autores de la que ustedes tienen en sus manos. Creo que el gran acierto de este libro es la sensibilidad con la que humaniza la historia de cada uno de los entrenadores que han podido disfrutar el banquillo del Valencia CF, siempre en primera persona.En lo personal, todavía siento que la obra del Valencia del Centenario quedó ciertamente incompleta. Pese al dolor, siempre prevalecerá en mí el honor de haber formado parte de la historia del club y ser uno de los afortunados que entrenaron al Valencia Club de Fútbol desde su fundación en 1919. Además, por supuesto, el orgullo imborrable en mi corazón de haber sido el técnico en un hito tan especial como fue el del Centenario.La voluntad de escribir de los valencianistas para recordar lo que es, ha sido y será el Valencia debe mantenerse viva como herramienta para que nuestros niños y niñas sepan el significado de este gran club del fútbol español, europeo y mundial. Para que no se olviden los objetivos con los que el valencianismo tiene siempre el derecho a soñar.Sinceramente, recibí con mucho entusiasmo la invitación a participar de las páginas del libro con este pequeño prólogo y, sobre todo, me fascinó la idea de ser uno de los personajes de una creación que ha sabido hacer buena literatura a través del fútbol, que no es más que una apasionante parte de nuestra vida. La lectura fluye de modo sencillo y cautivador. Más allá de tácticas, campos o vestuarios, fantásticos puntos de partida, los tres escritores nos sumergen, desde sus diferentes ámbitos de profesión y estilos, en unos relatos con el amor al Valencia como nexo de unión.Por todo esto, quiero dar las gracias y la enhorabuena a los promotores de la Editorial Vinatea por este libro innovador, original y creativo, que seguro que abre un camino necesario en el terreno valencianista. Os invito a leerlo con pasión. ¡Amunt Valencia!Marcelino García Toral