A través de las acciones de los hermanos Fermín y Bruno Aragón de Peralta, Arguedas nos envuelve en una historia donde se entrelazan las tensiones entre la modernidad y la tradición, la explotación económica y la resistencia cultural de un país en transformación. Además de una historia de resistencia y lucha, Todas las sangres es, también, la expresión de una utopía que Arguedas trató de plasmar para su país. Sesenta años después de su aparición, podemos comprobar que su título se ha convertido en el mensaje de Arguedas de mayor repercusión en el imaginario peruano, asumido por todo tipo de políticos, funcionarios públicos, intelectuales, artistas, profesores, comunicadores, hayan leído o no la novela, tengan algún conocimiento o no de la trama que desarrolla y del universo creador que Arguedas planteó, como señala Ricardo Gonzalez Vigil en el prólogo de esta edición.