Ocho reporteras y ocho reportajes que estremecieron la ciudad de Lima. Crímenes que nos salpicaron de muchas formas: en los quioscos, televisores, radios e, incluso, nos conmovieron porque, ¿quién no lo ha pensado alguna vez?: pudimos tener la mala fortuna de protagonizarlos. Un perfil del sicario más temido del Callao; la desaparición del cuerpo de una joven madre vista por última vez en la primera marcha de Ni una menos; la macabra historia de una joven que asesina a su madre para heredar su fortuna; el doctor de una paciente que la cita por última vez en su vida; un periodista incómodo y un grupo paramilitar que lo desaparece hasta hoy; un joven que viaja con su novia al Colca, pero que solo ella vuelve con vida; una fallida operación militar en el Vraem y un padre en busca de su hijo; una pareja de novios que asesina a la madre de éste. Estas historias son el devenir de un país misógino, de una ciudad violenta, de una sociedad casi inmutable que vive en espanto de cada día y que, aturdida, parece apagar la televisión, cerrar el diario, bajar el volumen de la radio, para cambiar de tema y continuar con su vida, con la esperanza de que la atrocidad no se le cruce.