Cuatro amigos —Ariel, Dorian, Rogelio y el protagonista y narrador de esta historia— descubren que los juegos de mesa, los naipes, son una forma de mantener intacto el vínculo original, el gestado en la escuela al calor de la adolescencia. Son también una forma de compartir bocanadas de humo y confidencias, un sortilegio que hará menos doloroso su vínculo con la realidad áspera y excluyente de la Lima que habitan. Nueve vidas es el nombre del juego de naipes que inventan. La trama sigue el curso del informe que el narrador escribe, y en el que reseña los aspectos trascendentes de su vida. El recuento está destinado a servir como guión de la exposición con la que, tal vez un día no lejano, se va a celebrar su obra literaria. El informe evidencia una relación de amor odio con Lima: nos confronta con la jerga popular y, también, con un inventario de lugares insólitos y seres monstruosos.