Era absolutamente necesario leer sobre la vida de una mujer que continúa revolucionando el pensamiento feminista y qué mejor que hacerlo en una novela gráfica.

Las autoras, Julia Korbik y Julia Bernhard, ganadoras del Premio de Periodismo Luise Büchner y del Premio Max und Moritz respectivamente, han plasmado de manera integral todas las etapas de la vida de Simone de Beauvoir, desde su posición como niña hasta llegar casi al final de sus días.

Con toques de humor y mucha reflexión, la biografía nos muestra la evolución de un personaje que comienza en una época en la que a las mujeres no se les permitía estudiar, votar o elegir su profesión y estaban dependientes de una dote para conseguir un matrimonio ventajoso, hasta el desarrollo de su carrera para llegar a convertirse en unas de las pensadoras más importantes de todos los tiempos.

Resulta sumamente interesante observar cómo surgen sus cuestionamientos desde temprana edad, como el físico por ejemplo durante su adolescencia, su necesidad de libertad y luego su vehemente decisión por no casarse o tener hijos y formar con Jean Paul Sartre una pareja mítica, fuera de todos los cánones impuestos durante esa época.

La filósofa y escritora existencialista, que se declaró comunista y atea, continúa siendo un icono incontestable del feminismo y una fuente de inspiración para una legión de lectoras.

Lo quiero todo de la vida, quiero ser mujer y quiero ser hombre, quiero tener muchos amigos y gozar de la soledad, quiero trabajar mucho y escribir buenos libros, quiero viajar y pasarlo bien, quiero ser egoísta y quiero ser generosa

                                                                                                                                Simone de Beauvoir

Entre sus ensayos destaca El segundo sexo (1949), un análisis sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del rol y la figura de la mujer. Su nombre se debe a que de alguna manera siempre se ha considerado al sexo masculino como una prioridad, un primer sexo.

La teoría principal que sostiene Beauvoir es que «la mujer», o más exactamente lo que entendemos por mujer (coqueta, cariñosa, etc.) es un producto cultural que se ha construido socialmente sobre el cuerpo sexuado de las mujeres. La mujer se ha definido a lo largo de la historia siempre respecto a algo: como madre, esposa, hija o hermana. Así pues, la principal tarea de la mujer es reconquistar su propia identidad específica y desde sus propios criterios.

Y es que hasta hoy es inevitable preguntarse qué significa ser mujer. El segundo sexo ofrece todos los conceptos y posibilidades necesarias para un posible futuro transformador.

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