Las distopías en la literatura.

Cuando nos referimos a la distopía aludimos a un mundo futurista, generalmente una dictadura, que rige una sociedad extraña cuyas reglas de conducta son muy diferentes a las que vivimos en nuestra realidad actual. Son territorios gobernados por una élite opresora que han alcanzado grandes avances tecnológicos y que suelen lidiar con desastres naturales, o con siniestros nucleares ocasionados por las innumerables guerras que libran, y que han dado como resultado sociedades egoístas y desprovistas de sentimientos humanos hacia sus propios conciudadanos. En la mayoría de casos, el poder de la élite y el individualismo son llevados al extremo.


En la literatura actual aparece una gran variedad de mundos distópicos, donde la sociedad se torna transgresora por el mismo maltrato a los derechos fundamentales que aqueja a sus ciudadanos. Por ende, es inevitable el surgimiento de rebeliones que siempre son minimizadas o acalladas por las fuerzas policiales o militares. Por muy alucinadas que parezcan, nos pueden servir de reflexión: ¿cuán cercanos podemos estar de situaciones similares?


Otro asunto que reflejan estas sociedades distópicas literarias es la reducción de los recursos vitales tangibles, y que en ellas prevalezca la fuerza antes que la razón, lo que genera una permanente pugna entre el poder y la base social. La preponderancia de los personajes dependerá del lugar del escenario en que se ubiquen: si están del lado de los opresores o el de los oprimidos, donde la rebelión está siempre en estado de latencia. Lograr una reorganización de estos Estados y alcanzar justicia no es un camino fácil, y se mantiene una gran tensión en la trama por lograr derrocar el autoritarismo y la incertidumbre por las consecuencias que esto tendría.


Tres novelas inspiradoras que se desarrollan dentro del espectro de las llamadas sociedades distópicas y que son consideradas fundadoras del género, son: Un mundo feliz de Aldous Huxley, 1984 de George Orwell, y Farenheit 451 de Ray Bradbury. En ellas se pinta tanto una sociedad marcadamente individualista como un gobierno autoritario cuyas normas deben ser acatadas sin cuestionamiento alguno. Lo que ocurre actualmente, en este tiempo de pandemia mundial que viene generando choques entre ciertos gobiernos poderosos y algunos sectores ciudadanos rebeldes, hace que nos preguntemos “¿esta realidad no la he leído antes?”. En ese registro de ficción, les recomendamos estos tres títulos distópicos:


La carretera - Cormac McCartney

En un mundo post-apocalíptico, en cenizas y sin un ser humano a la vista, un hombre por una carretera va con su hijo con dirección al mar, esperando lograr su cometido. Es una narrativa descriptiva, escalofriante y desoladora. Esta novela fue ganadora del premio Pulitzer 2007. Aquí

 

El señor de las moscas” - William Golding

Unos niños terminan en una isla abandonada, a su suerte, sin un humano adulto que se haga cargo de ellos. No pasan de los doce años y deben empezar a organizarse para sobrevivir. Afloran pronto los apetitos individualistas y van marcándose las jerarquías diferenciadoras. Un libro apasionante que no pueden dejar de leer. Aquí

V de Vendetta - Alan Moore y David Lloyd

Este cómic novelado está ambientado en una Inglaterra post-apocalíptica. Una potente y conmovedora historia de venganza, descubrimiento personal, identidad y rebeldía. Fue la respuesta imaginativa de Moore, enojado por la forma como Margaret Thatcher manejaba el gobierno, que en medio de la crisis tanto social y económica buscaba su relección. Esta novela gráfica es una joya literaria que hará reflexionar sobre el manejo maquiavélico del poder político. Aquí

¡Si aún no las lees, te sugerimos sinceramente darles una oportunidad!